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27 de septiembre de 2010

Adios a los moldes

(Pensamiento rescatado del olvido)
"Las mujeres" no existen. "Las mujeres", así en general, no son nada.
Quiero decir que hablar de mujeres, no es como hablar de celulares o marcas de coches.
Sólo hay una mujer cada vez, una por una.
Todo lo demás son estupideces.
Una mujer es lo que es, la tomas o la dejas, la amas, (si quiere), o la dejas corriendo por el campo para que venga otro a amarla. Uno al que le guste de verdad.
Si decides amarla, te quedas con lo que tiene. Por dentro y por fuera. Eso no es como comer a la carta:
"La quiero con senos grandes, nalgas pequeñas, ojos verdes, morena, tímida pero decidida, discreta pero dispuesta"… eso son estupideces.
Ninguna mujer debería preocuparse por encajar en un molde. El que quiera un molde que ame a un molde y deje en paz a las mujeres.
Definitivamente, a la hora de amar y hacerle el amor a una mujer, lo único que importa es el entusiasmo y la predisposición.
Los resultados que se obtienen con un poco de ilusión y ganas, son muy superiores, a los que puedan alcanzarse con la técnica más depurada, o la mayor de las experiencias.
Gordas, guapas, finas, locas, guarras, listas, morenas, rubias y calvas del mundo. Busquen a alguien que quiera hacerlo y hacerlo con el alma.

Nadie se ha quejado nunca de este método.

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